London, eventually

Finalmente, mi sueño de conocer Londres se hizo realidad, y puedo decir que no me decepcionó en absoluto. Con Ana Paula teníamos un itinerario que fuimos ajustando sobre la marcha. En este post te cuento cómo fue nuestro recorrido.

Día 1

Nuestro viaje en tren desde el aeropuerto de Stansted hasta el centro de Londres fue muy lindo. Pasando por las áreas rurales, me sorprendió la similitud de las estaciones de tren con la antigua estación de mi ciudad natal en Argentina, construida hace muchos años por los ingleses.

Después de hacer el check in en nuestro alojamiento, salimos a pasear por el barrio de South Bank. Cruzamos el famoso London Eye, el puente que te lleva al Big Ben y el Parlamento Británico. El Big Ben es una de las imágenes más icónicas de Londres, y verlo en persona fue realmente emocionante.

Continuamos nuestro paseo frente a la Abadía de Westminister, y visto que estábamos ahí cerquita, intentamos llegar a 10 Downing Street, es decir, la casa del Primer Ministro Británico. Sin embargo, sólo pudimos verla a lo lejos, a través de unas rejas gigantes custodiadas por policías armados.


Día 2

Puede parecer exagerado, pero uno de los momentos más emocionantes del viaje fue visitar Abbey Road, el icónico cruce de calles donde los Beatles tomaron su famosa fotografía para la portada de su último álbum de estudio. A pocos metros se encuentra el estudio de grabación Abbey Road, donde dieron vida al disco. Este punto es historia pura y todo el barrio es encantador para explorar.

Una de las decenas de fotos que nos hicimos.

Lo siguiente, conectando un par de estaciones del metro, fue llegar al Palacio de Buckingham, para presenciar el cambio de guardia.

Si bien es una visita obligada en Londres, tengo que admitir que no lo disfruté tanto como esperaba. Encontrar un buen lugar desde donde ver todo el espectáculo es difícil, se llena demasiado de gente y hay que llegar muy temprano. Al final, al menos en mi experiencia, terminó siendo algo incómodo.

Desde allí llegamos rápidamente a Chinatown, el Barrio Chino de Londres para probar algunos platos exóticos. Enseguida nos cruzamos a Leicester Square y Piccadilly Circus, dos puntos turísticos imprescindibles. No es que haya tanto para hacer allí, pero se puede disfrutar de algunos espectáculos callejeros y ver la gente pasar.

Piccadilly Circus

Para terminar el día, nos llegamos a Camden Market, uno de los puntos que más turismo atrae en toda la ciudad. Para mí pasear por ahí fue una oportunidad para ver una Londres un poco más underground, algo distinto al resto de los barrios. En ese y algún otro aspecto, como los colores de las casas y negocios, Camden Town nos recordó un poco a Caminito en Buenos Aires, a pesar de ser dos lugares muy distintos.


Día 3

Nuestro tercer día lo empezamos yendo a visitar 221B Baker Street, es decir, la dirección de Sherlock Holmes. Yo estaba muy entusiasmado con la idea de visitar la casa del detective más famoso del mundo. Pero al final decidimos no entrar porque había mucha cola y porque el contenido eran en su mayoría curiosidades, y no tenía tanto valor histórico. Pero solo llegar allí ya fue una cosa muy emocionante para mí.

Siguiendo con nuestro itinerario, fuimos a conocer Trafalgar Square, y desde ahí caminamos hasta Covent Garden. Todo el recorrido nos pareció bastante bonito. En general todos los distritos de Londres nos encantaron, aunque algunos eran más pintorescos que otros.

En el mercado de Covent Garden me sorprendió la cantidad de puestos de antigüedades. En particular, me interesé en un par de puestos donde casi compro una portada histórica de The Guardian sobre la llegada del hombre a la luna y un utensilio que teóricamente perteneció a los Tudor. Pero terminamos comprando sólo algunas postales antiguas como recuerdo de nuestra visita.

Había pasado el mediodía y teníamos una reserva hecha con bastante anticipación para entrar al British Museum. No hace falta decir que es uno de los museos más importantes del mundo. Lo disfrutamos mucho, pero es demasiado grande y es imposible recorrerlo todo en un día. Aún así, encontramos muy interesantes la sala de las momias egipcias y el tesoro de Sutton Hoo.

Para terminar un día de caminata intensa fuimos a conocer el Tower Bridge. Pagando el ingreso se accede a cruzar el piso de arriba del puente, y también una pequeña excursión por los motores que antes lo hacían funcionar.


Día 4

Último día. A la mañana fuimos a visitar la Plataforma 9 y 3/4. Ni Ana ni yo somos fans de Harry Potter, pero teníamos que ir. (Además, tengo en mente leer a JK Rowling apenas tenga algo de tiempo.)

Estaba lleno de gente y hay todo un negocio montado alrededor del lugar, pero sacarse la famosa foto es gratis.

Pasado el mediodía fuimos a visitar el Natural History Museum. A diferencia del British Museum, este tiene un recorrido más definido y está más enfocado en lo audiovisual. Es una genial opción para llevar niños, y de hecho había varios grupos de escuelas.

Lamentablemente una de las partes más interesantes, la de los fósiles, ya no era gratuita y elegimos no entrar. No obstante, antes de irnos pasamos por el hall del museo donde se encuentra suspendido del techo el esqueleto de una enorme ballena azul. Era realmente impresionante.

El último punto que visitamos, ya cansados de caminar tanto por Londres, fue el famoso barrio de Notting Hill.

Además de ver las casas color pastel, el mercado y la librería en la que fue inspirada la película con Hugh Grant y Julia Roberts, cuando nos íbamos yendo también nos terminamos perdiendo en una zona un poco turbia, descuidada, con gente fuera de sí caminando y gritando por las calles. Fue un contraste fuerte respecto a todo lo lindo que veníamos viendo en los últimos días, pero me pareció valioso conocer esta otra cara de Londres, bastante menos elegante que el resto de la ciudad.


Londres, el balance justo entre modernidad y elegancia. Esperamos volver algún día, tanto para conocer los puntos que nos hubiera gustado visitar como para explorar sus rincones ocultos. Porque es claro que aunque hayamos caminado tanto o viajado en metro hasta cansarnos, solo hemos visto una pequeña parte de lo que esta ciudad tiene para ofrecer.