Asseverazione en Lanciano

Probablemente uno de los trámites que salieron con menos complicaciones.

El 20 de diciembre, caminando por una Ortona llena de luces navideñas, nos metimos a un quiosco automático para llamar tranquilos a los tribunales de Chieti y así sacar un turno para las asseverazione de las traducciones.

Las llamadas

No teníamos experiencia hablando por teléfono en italiano y eso nos intimidaba un poco: una cosa es un dialogar personalmente y ver la cara de tu interlocutor, los gestos, leer los labios. Pero por teléfono te tenés que expresar bien y apoyarte cien por ciento en tu comprensión del idioma.

Son pequeños miedos que hay que ir superando.

En fin, llamamos a tribunales y nos pudimos comunicar con menos dificultad de la que imaginamos, pero igualmente nos rebotaron. Eran muchas traducciones, y nos dijeron que llamemos el año que viene, es decir, en dos semanas. Gracias a Dios, una amiga argentina —que en ese momento habíamos conocido hacía pocos días— nos consiguió turno para el 24 de diciembre en otra ciudad cercana, y como si fuera poco, se ofreció a llevarnos.

Esa noche, después de sacar el turno, nos hicieron probar el arrosticini por primera vez: una delicia del Abruzzo.
El trámite

Así que, pocos días después nos pasó a buscar y arrancamos hacia Lanciano.

En los tribunales fue todo bastante sencillo. Ubicamos la oficina del juez de paz en el segundo o tercer piso, y nos dijo que teníamos que comprar una marca da bollo de 16 euros y una de 3,92 por cada traducción. Si una traducción tenía más de cuatro hojas, teníamos que agregar una marca más de 3,92 euros. Había un tabacchi convenientemente ubicado en la planta baja donde comprar todo. En total gasté 259 euros.

De nuevo arriba, el procedimiento llevó más o menos media hora.

El juez de paz sellando una traducción.
Asseverazione

Para quien no lo sepa, este trámite sólo lo puede hacer un ciudadano italiano, así que sí o sí íbamos a necesitar que alguien nos haga el favor de ir con nosotros y poner la firma.

El juez pregunta: ¿estas traducciones las hiciste vos? y el ciudadano debe decir que sí. Supongo que la mayoría de las veces no es cierto, pero lo que importa es que alguien se está haciendo responsable del uso legal de esas traducciones.

Luego se estampan las marca da bollo, se abrochan los documentos a su traducción, se firma una declaración, y listo.

Success

Bajando de nuevo, me pareció que el edificio era muy parecido a los tribunales de Villa Constitución, mi ciudad de origen en Argentina, sólo que allá la adminsitración pública no trabaja los 24 de diciembre.

Ya en la vereda, Ana Paula nos estaba esperando. No había podido entrar con nosotros por el protocolo COVID y demás. Cuando la vi levanté la carpeta y le dije que ya estaba lista para ser presentada. Fue una alegría inmensa.

Los próximos trámites los íbamos a seguir unos días después, en el 2022.

Nota: La foto inicial es del asado que comimos después de hacer el trámite.